Hola lomitos, lomitas, seguidores y seguidoras, desde la redacción del blog esperamos que estéis pasando un verano fenomenal, los lomitos siguen entrenando, todas las tardes hay algún lomito o grupo de lomitos entrenando, cada uno con su objetivo, media maratón de Marbella por ejemplo en Septiembre, o la de Algeciras, pero antes hay una carrera muy simpaticona en Sabinillas, a la cual animamos a los lomitos y lomitas a apuntarse, se trata de la III Corruco Race, aún no está abierta la inscripción, pero estad atentos a
Y no olvidéis apuntaros a la MM de Algeciras, que se acaban los dorsales, el tiempo se va, ya mismo están aquí los chumbos y se nos acaba el verano.
Oscar nos ha enviado un artículo para publicarlo en el blog con el nombre de esta entrada, esperamos que lo disfrutéis así como las fotos tan chulas que nos ha enviado para ilustrarlo.
Lomitos ¿Running?
Subiendo
junto a mis amigos Enrique Martínez y Manuel Becerra hacia Algatocín, con
rampas del 15% y un calor abrasador, me sorprendí a mi mismo con una gran
sonrisa. La última vez que viví esa sensación fue hace 2 meses…
A las 3 y
media de la mañana y enfilando los kilómetros finales de los 101 de Ronda, recorría
a oscuras el último gran descenso a todo lo que daban mis sufridas piernas, solo
con la ayuda de mi frontal casi sin pilas, y esquivando al resto de compañeros, a esas
alturas, todos lo somos, que acababan como podían la edición con más desnivel
acumulado de la historia de la grandiosa prueba. Corría como si estuviese
poseído, poseído por el virus del runner, ese que te empuja a no parar y a
continuar siempre hacia adelante, aunque te quemen los cuádriceps, tu cuerpo te
diga que esas no son horas o el vómito que echaste 3 horas atrás, te haga
recordar que las reservas de energía están al límite.
Pero
volviendo al principio, esas cuestas de Algatocín no la sufría dando zapatazos
al suelo, en esta caso iba en bicicleta, bicicleta de carretera.
Los Lomitos
somos gente muy variopinta, tenemos desde los 30 hasta casi los 50 años, divorciados
y casados, directivos de empresas y currantes de a pie… Unos llevan haciendo
deporte desde siempre, otros se han calzado sus zapas hace poco. Hemos hecho
escalada, natación, baloncesto, futbol, golf, piragüismo, ciclismo de montaña y
de carretera y andar, andar mucho por el campo. Alguno ha tenido experiencias
vitales de esas que te marcan el físico y el carácter, otros fumaron y bebieron
todo lo que tenían a su alrededor, ya hace tiempo de eso… Pero lo que nos iguala a todos en un único fin
es correr, donde y como, da lo mismo, unos por diversión y otros como si fuera
la última cosa que van a hacer en la vida, cuestión de prioridades.
Yo estoy en
el primer grupo, soy de los que no bajan 5” por kilómetro su tiempo porque esa
es la delgada línea que separa el placer del sufrimiento, gestiono mejor un
“entrenamiento” de 30 kilómetros corriendo por El Camino de Los Prisioneros que
una carrera popular de 5, y experiencias ya he tenido varias… y en esas
estamos.
Considero
una subida a Los Reales de Estepona, de 22 kilómetros y ascensión de 1300 metros
como un relax. Te montas en tu bici de carretera, calientas un poquito y hacia
el cielo… Para mí es como sentarte en una terraza y hablar con tu amigo, y en
esas 2 horas escasas, da para hablar de todo: de los hijos, del trabajo, de la
vida… e incluso da lugar a hacer planes sobre todo lo anterior. Nada tienen que
ver las bajadas a “tumba abierta” de Perico en aquel Tour de 1984, ni el
hachazo de Pantani a Indurain en la ascensión al Mortirolo del Giro de 1994.
Se
trata de sentir el viento, el frio o calor, cada pedalada, disfrutar, tirar del
compañero fatigado, dejarse llevar y fundirse con el entorno, igual que cuando
nos calzamos las zapas de trail, nos ponemos esas medias de compresión tan maravillosas
y nos cargamos de geles e isotónicos mágicos, con los que duramos horas y horas
por el monte.
Este verano
he cumplido 42 años, y 20 desde que la vida me dio una segunda oportunidad
prestándome la médula ósea de mi hermano. Este regalo que es la vida nos depara
grandes sorpresas. Si escarbamos un poco, todas excitantes y maravillosas,
porque lo malo, siempre está por llegar. Recientemente, después de contarle a
mi hermano una salida un poco salvaje de 30 y pico kilómetros por los montes de
Algeciras, este me preguntó… ¿y eso porqué? No respondí porque en el momento no
hallé respuesta. La tuve días después en Ronda… ¡¡Me siento vivo!!.
El círculo
está cerrado, Te sientes bien contigo mismo y te abstraes de todo durante un
rato. Sé que nunca ganaré una carrera. Así entiendo yo esto de correr… y montar
en bici.
Nota: Quiero
pasarle un poquito de mi fuerza a una de mis Lomitas, gran luchadora y campeona
en carrera de fondo, aunque ella no lo sepa…
Magnífico artículo que refleja el sentido del grupo, el alma de la manada lomitera. Yo llevo poco en el grupo pero me siento muy bien acogido y trato de aportar lo que puedo y cuando puedo y, créanme, mejores compañeros que ustedes no los he visto nunca. Lo importante es participar. Un abrazo a todos/as. Enrique.
ResponderEliminarGracias, personalmente tu aportación es importante. Para ganar hay que sufrir. Ganar no ganamos mucho, pero sufrir...
EliminarÉse es el espíritu, Óscar, aunque yo soy de los que también se deja llevar por mejorar los tiempos y acabo metido a veces en vorágines que no me van a llevar tampoco nunca a una victoria.
ResponderEliminarCada uno tiene unos planteamientos personales.
Por cierto, no sabía lo de tus problemas de salud. Muchos de nosotros también hemos pasado por vicisitudes de salud que nos han dejado marcados.
¡¡Saludos y Buen Verano!!
Buen verano, deseo que tus problemas de salud sean "ex-problemas", tal como me pasa a mí. Sólo lo recuerdo de vez en cuando para pisar tierra y apreciar lo que tengo. Saludos
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