Este es el título bajo el que el lomito Bernardo nos ha enviado un artículo, en el que nos expresa sus vivencias,antes durante y despúes de la maratón de Sevilla, su primera maratón, merece mucho la pena leerlo, poco más puedo añadir.
“LA MARATON LOMITICA”
En este
escrito, quiero transmitir lo vivido y sentido en mi primera Maratón.
Todo comenzó, no recuerdo bien el día, a finales de
Noviembre o principios de Diciembre de 2012, cuando un día tras las carreritas
de entrenos colectivas con mis compis “lomis”, se nos ocurre la idea de
presentarnos a la Maratón de Sevilla prevista para el 24 de Febrero de 2013,
aquel día varios de los “lomis “, dijeron
¡estáis locos!, pero a uno de
ellos Daniel y a este que os escribe se nos
iluminó una bombilla.
Daniel sin pensarlo dos veces y en su afán competitivo
se calló y a los pocos días recibimos un
plan de entreno con las semanas justas, series, ritmos (R-1,R-2,R-3)……, tiradas
largas, etc, lo que conlleva prepararse para una maratón, y ahí empezó todo.
Os tengo que decir que el día de la maratón fue
“IMPRESIONATE”, para mí era todo un
cúmulo de sentimientos , pensamientos,
deseos, horas de entreno, de privarme de estar con mi mujer e hijos, etc, pero
era mi día, nuestro día, aunque ahora relato en primera persona no me olvido
de cada uno de mis compañeros, ya que siempre he tenido claro que sin el
grupo no lo hubiera conseguido tan fácilmente.
Explicar “mi
primer Maratón” es difícil, el solo decir la palabra causa respeto y admiración
a todo el que sabe lo que conlleva correr 42 kms, es más que una carrera normal, es un cúmulo de
sensaciones, de respeto, de miedo, de inseguridad, de disposición. Siempre la
duda en la cabeza ¿ lo conseguiré?. En estos
meses he estado madurando, luchando conmigo mismo, con mi cabeza,
subiendo cuestas, bajando otras tantas, riendo, comiendo higos y en ocasiones
pasándolo mal porque no todo ha sido un camino de rosas.
Tras mucho
leer estos meses sobre la maratón, sabía que “el corredor que termina una
maratón, siente algo especial “ y puedo dar fé , aunque no sea notario, esto es cierto. Seguro que los recuerdos y
vivencias que tenemos guardados en la memoria de una maratón, la primera por encima de las demás son
incluso más importantes que cualquier medalla o reconocimiento que haya tenido
en mi vida.
Esos olores,
voces, imágenes de otros corredores, sentimientos vividos antes y durante la
carrera nos acompañarán de por vida y seguro que a partir de ahora tendremos un
fondo psicológico interior impresionante, del que podremos echar mano en los momentos difíciles de
nuestra vida, ya que al revivirlos en un instante de abatimiento nos inyectarán
autoestima para seguir adelante.
He tenido la
gran suerte de correr mi primera maratón
junto a mis amigos “lomis” Javier, Manolo Pareja, Oscar, Juanma, David
Navarrete, David Peluca y Paco Beato y
algunos que no corrieron pero hicieron
la preparación y que se quedaron en casa por trabajo u otros asuntos personales como “Daniel, Miguel Cabeza, Javier
P. Fajardo y Pelayo”, a los cuales los he llevado en todo momento en el
pensamiento en esos 42 kms.
La verdad que
tuve la fortuna de encontrarme bien y disfrutarla . Correr una maratón es una
hazaña física, pero posiblemente sea más una heroicidad mental. Realmente merece
la pena ese montón de pisadas para llegar a la meta y levantar los brazos, te
sientes inmerso en un chute de adrenalina, autoestima y una explosión de júbilo
en los instantes siguientes a terminarla que resulta muy estimulante.
Mis
sensaciones durante la carrera fueron muy excitantes , mi organismo me iba
hablando apurando mi cuerpo, pero siempre reservando un poco por si …. ese
celebre muro 32-36 kms, que gracias a
Dios no me apareció, bien por lo mental,
bien por lo preparado que habíamos llegado o por lo hidratado que había
ido toda el recorrido.
Miles de
corredores , un recorrido ”especial y fascinante SEVILLA” para mí solo, nunca
hago estrategias bueno o casi nunca ¡!! eh pareja!!!, pero tenía claro cual era
el ritmo que tenía que llevar en los primeros 35 kms, tenía que correr con
coraje y sobre todo disfrutando de las sensaciones y de cada metro y segundo
porque aunque sea pesado era “ Mi primer Maratón”. Corrí como he dicho
constante, con regularidad, mantuve el ritmo que mentalmente e
inconscientemente llevado por mi inexperiencia e idealismo me había trazado
para recorrer los primeros 32 kms en 3 horas y así afrontar la última hora para
los 10 kms restantes que todo hay que
decirlo fueron corridos con la dignidad
que la ocasión merecía y haciendo añicos el tan hablado “MURO” en el que no
quise pensar, conseguí entrar a la meta
con brazos en alto y con varios de mis “lomitos” sabiendo que “ Oscar” había
llegado antes y algunos quedaban por llegar , quedándome en las cercanías del arco de meta para
animarlos en esos últimos y gloriosos metros de llegada ya que no era para
menos él esfuerzo que estaban realizando.
En la meta y
tras pasar el arco , apagué mi reloj, besé mi anillo de casado “ como si fuera
un futbolista que mete un gol” recordando a mi esposa e hijos y cayéndome dos
lagrimas, que no se explicar si fueron
de los nervios contenidos, de las horas que le habíamos dedicado en la
preparación para este día o por la emoción de que tenía una maratón encima (como
si fuera la estrella del mundial de futbol que consiguió la selección española),
o que mis hijos pudieran decir “ MI
PADRE HA HECHO UNA MARATÓN”, que dicho todo espero que no sea la última en compañía de todos mis ”lomis”.
Animo y nos
vemos en la próxima.
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