LOMITOS RUNNING TEAM CON

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martes, 4 de febrero de 2014

¡¡UN GRAN 2.013!!

Aquí os dejamos un aportación de Oscar en la que nos cuenta los paisajes que ha podido disfrutar en su viaje familiar a París durante las pasadas fiestas Navideñas en conexión al running, pero antes nos deja también unas fotos de la Carrera Solidaria de Navidad.

Ah y muy pronto, esperemos que para la maratón cambios en blog, nuevas aportaciones de los lomitos y nuevos encargados de llevarlo hacia adelante.


¡¡UN GRAN 2.013!!
Ya comenzado el año 2.014, no viene mal echar un vistazo a lo conseguido en la temporada que acaba de terminar.
Ha sido un año de muchos kilómetros, la mayoría ha llegado a los 2.000 o se ha quedado cerca, hemos corrido en multitud de pruebas de la zona, el maratón de Sevilla, el de Barcelona, los 101 de Ronda, la marcha cueva del gato de Benaojan, la 1ª media maratón de Algeciras, por fin hemos subido al podium… y para un buen cierre, la IIª carrera solidaria de navidad ciudad de Algeciras, de la que ponemos alguna foto.













CHAMPAGNE, OSTRAS Y RUNNING

















Correr por los alrededores de Paris es un lujo que de tarde en tarde me puedo permitir. En esta ocasión, ha coincidido con las fechas navideñas, por lo que runnear se hace obligatorio si no queremos volver a casa con tocino extra. Nuestra zona de carreras se ha centrado en la parte este de la región de Paris, entre las poblaciones de Le Perreux Sur Marne, Bry sur Marne, Nogent sur Marne y el bosque de Vincennes, este último pegado a la población del mismo nombre pero perteneciente al termino municipal de Paris.

Ante todo decir que en esas ciudades se hace muy agradable el salir a correr. Son bonitas, no tienen grandes desniveles y los paisajes son variados y vistosos. Solo un apunte. Al igual que en España, el ámbar en el semáforo es sinónimo de correr más -ellos van frenando- pues en Paris los pasos de peatones quedan como una bonita decoración étnica sobre el cuidado asfalto, por lo que mi costumbre de ralentizar el paso en estos lugares y cruzar sin más demora, se antoja osada y hasta peligrosa. Debes parar o te paran, no hay más. Pero una vez aprendida la manera “parisien” de moverse, peatonalmente hablando, pues no hay problema y puedes dejarte llevar por un camino nuevo, una calle o un parque de los muchos que hay en el lugar.
Mi camino más usado, por estar cerca de casa de mis acogedores Juan y Manoli, es la ribera de la Marne, rio que nace a 500 kilómetros  en la meseta de Langres y desemboca en el Sena a unos 20 kilómetros más abajo, a las puertas de la capital gala.
El entorno es precioso, con multitud de islotes con casas señoriales en su interior y cuyo único acceso es cruzar el rio en barca, con pequeños embarcaderos preparados al efecto. Nos encontramos también con varios parques infantiles y zonas de esparcimiento para hacer ejercicio; por cierto, el runner medio, al menos lo que llevo viendo cada vez que voy por allí, tira de prendas de decatlón, como la mayoría de los que vemos por nuestra tierra (está claro que la aldea global nos rodea y devora).
Siguiendo con nuestro paseo, tenemos la seguridad de no perdernos y poder completar las horas que queramos usando ambas riberas y cruzando a un lado u otro del rio usando los múltiples puentes que vamos hallando a nuestro paso. El rio ofrece también esparcimiento para los diversos aficionados a los deportes náuticos, como el piragüismo y el remo (en 1991 fue sede del XXIV Campeonato Mundial de Piragüismo), todo ello rodeado de la fauna de lo más variadas como el pato mandarín,  los ánades, los cisnes, auténticos camorristas en busca del trozo de pan más suculento y las más esquivas garzas reales , siempre atentas al pez despistado, o los mirlos, tan chillones como los de aquí y sin acento francés, aparentemente al menos.
Siguiendo hacia el oeste, nos encontramos con el bosque de Vincennes. Este es otro de los lugares donde se puede disfrutar del running. Situado al este de la capital y con 995 hectáreas de superficie, sus orígenes se remontan al siglo XII, como terreno de caza exclusivo de los reyes de Francia. De su larga historia, y en lo que a deporte se refiere, es de reseñar que la mayoría de las pruebas de los Juegos Olímpicos de París del año 1.900, se celebraron en sus inmediaciones.


Mientras corremos por sus innumerables pistas y senderos, podemos pasar junto al hipódromo de Vincennes, el castillo del mismo nombre (siglos XII y restaurado en el XVII) donde fusilaron en 1.917 a la célebre espía y bailarina Mata Hari, el Parque floral de París, el templo budista, el velódromo J. Anquetil…
Donde verdaderamente es un lujo pasear-correr, o por lo menos, yo disfruto más de ello, es en las cercanías de los lagos existentes en la zona, todos ellos abastecidos por una red de ríos a partir de la Marne


El lago de Gravelle, situado al Sureste, sirve de reserva para los otros lagos, como El lac des minimes, al Noreste, El lac de Saint-Mandé, al Noroeste; y el más grande de todos, el lac Daumesnil, que se sitúa en el extremo  occidental del bosque. Alberga dos islas en su interior, la île de Reuilly y la île de Bercy, accesibles por puentes. Los paseos en barca se hacen indispensables, y con ello la observación de una amplia fauna natural.














El bosque de Vincennes es el lugar de encuentro y esparcimiento de mucha población, tanto, que los domingos se cierran varios accesos al tráfico a motor, para que los viandantes y ciclistas puedan disfrutar sin sobresaltos de su deporte favorito, hacer algún paseo a caballo, o dar de comer a las ardillas que pueblan este bosque de robles. Hablando de ciclistas, uno de los senderos del bosque está dedicado al desaparecido campeón francés Laurent Fignon, que usaba como entrenamiento de cuestas la conocida pendiente de Gravelle, nexo de unión entre la orilla de la Marne y el bosque.
Como último apunte, las avenidas y calles del bosque acogen una parte del recorrido del maratón de Paris, y en sus inmediaciones está la estación de metro Château de Vincennes en la línea 1, la que te acerca directamente al mismo centro de París, y la que usaremos algún año de estos para participar en este maratón… aunque eso pertenece a un futuro más o menos lejano.



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