Hola a todos lomitos, lomitas amigos y amigas:
Muy activo ha sido el mes de Octubre de carreras para los lomitos, en primer lugar la ya comentada Carrera del Pilar del día 6, el día 12 la marcha de la cueva del gato, si en en blog sabemos cuando fué, pero el título de esta entrada lo entendemos bien los lomitos, luego el día 13 los lomitos participaron en la Carrera Urbana de Algeciras y el día 20 en la Carrera de Los Barrios.
Nos envía Oscar el siguiente artículo muy bien ilustrado con fotos sobre las carreras del intenso fin de semana lomítico del 12 y 13 de Octubre y también una reseña a la Carrera de Los Barrios del día 20
Próximamente tendremos los comentarios de la gran actuación de los lomitos en la I Media Maratón de Algeciras.
Os dejo con la Marcha de la cueva del tigre... perdón del gato.
Comenzamos esta entrada en el Blog Lomítico
con el final de la carrera anterior y el primer pódium de los Lomitos. Nuestra
compañera Susana Rondón alcanzó el segundo puesto en su categoría en la carrera
de El Pilar organizada por el benemérito cuerpo. De muestra una foto.
Y ahora sí, comenzamos con la marcha “cueva
del gato”, que llega a su tercera edición, y a la que no podíamos faltar. Buena
organización, paisajes preciosos y un
ambiente que no tiene nada que envidiar a cualquier gran prueba. Van a más, y
el boca a boca consigue lo que no hace cualquier publicidad. Tiene un recorrido
exigente con comienzo y final en la plaza de Benaoján, con unos 1700 metros de
desnivel positivo y unos 43 kilómetros de distancia, toda una maratón bestial.
Este año repetimos Antonio Pelayo y yo, Óscar
Sáez. Dejamos en casa a compañeros que no han podido unos, otros que se han
hecho el loco, y otros que directamente no les gusta… y está muy bien porque de
todo debe haber. Nosotros 2 estamos enganchados con esta marcha, y yo
personalmente repetiré mientras tenga cuerpo y un mínimo de preparación, que la
cosa es durilla. Haré lo posible por traer el próximo año a Susi y los niños,
que el pueblo es muy acogedor y hasta tienen carreras para los chiquillos,
vamos, que no falta de nada.
Quedamos a las 5:30 en mi casa, y puntual
aparece Antonio. Tenemos tiempo suficiente para llegar a Benaoján, desayunar y
demás, y cambiarnos de ropa, que aún recuerdo la edición del año pasado junto a
Enrique Martínez, en la que llegamos al pueblo 20 minutos antes de la salida.
Recogemos
el dorsal de manos del amigo Manuel Becerra “Cabo Becerra”, uno de los puntales
de esta prueba, que con su experiencia en la trastienda de los 101 de Ronda,
facilita enormemente la gestión de la web de la carrera, dorsales, atención a
marchadores, etc… y para colmo es un buen tío.
Pues allí nos vemos, en la línea de
salida, en esa calle estrecha que dificulta la recepción de satélite en
nuestros móviles y pulsómetros GPS… y es que la salida está situada en el mismo
centro del pueblo, encajonados entre calles estrechas y cuestas de infarto.
El
sonido de los cohetes nos anuncia que todo está en marcha, así que toca desearse
suerte y a tirar palante. ¿Palante?, ¡no!...¡¡Pa arriba!!. Y es que la salida
nos sube desde los 550 hasta los 1100 metros en apenas 5 kilómetros. Una eterna
cuesta llena de marchadores y corredores. Avanzamos como podemos. Como está
siendo clásico, nunca salimos por delante, y los marchadores con sus batones y
parsimonioso ritmo no entienden de carreras… ¡por la derecha!, ¡por la
izquierda!... gracias. Avanzamos como podemos. La visión de un bastón cerca de
la cara no me atrae mucho, así que me quito de en medio este obstáculo en
cuanto puedo. Pero, ¿Dónde está Pelayo?... ¡¡Antonioooo!!
Le
he puesto tantas ganas a esto de avanzar, que me he dejado atrás al compañero,
y aunque no hay estrategia previa, asumimos desde un principio que salimos
juntos y llegaremos juntos, que esta marcha tiene su guasa, y aún nos estamos
recuperando de los excesos del verano. Por fin coronamos y comenzamos la
bajada. Ya en la pista que nos dirige hacia los Llanos de Libar, encontramos el
primer avituallamiento, de 10 que encontraremos en todo el recorrido. De nuevo,
hacer énfasis en la gran organización y en el trabajo de los voluntarios… Me
traía yo a Algeciras esas ganas de hacer cosas, algo cambiaría, seguro.
Volviendo
a la marcha, encontramos los únicos kilómetros en los que rodar, trotar regularmente a ritmo, unos 5.5
kilómetros, porque enseguida volvemos a encontrarnos con una gran subida, la
que nos enfila hacía la posterior bajada a Corte de la Frontera. La subida se
hace pesada de nuevo, y vuelvo a coger la iniciativa, mirando de reojo para no separarme
mucho de Antonio…
¡¡Pelayo, que aquí empieza tu terreno!!... Le
cedo cortésmente mi lugar, y comienza a bajar a un ritmo endiablado. Disfruto
viendo como un tío de casi 50 años se convierte en un chaval de 15. Baja con
una soltura que asombra. Intenté seguir su paso, pero fue imposible. 2 patadas
a sendas rocas, un tropiezo y una pedrada en el hueso del tobillo, me recordaron
que mis rodillas de cristal solo saben de pedalear y correr en línea recta, así
que lo animo a voces, y le digo que ya lo cogeré… En las calles del Pueblo lo
alcanzo, pero se me escapa en la siguiente bajada. Por fin llegada a la estación
de Cortes, y comenzamos una marcha completamente distinta. Avituallamiento de
bollitos con salchichón, que me sabe a jamón de pata negra y palante. ¡¡Palante
y pal suelo!!, que Pelayo se me cae en lo más llano, y se echa abajo el codo y
la pierna. No pasa a mayores, lavamos las herida y a seguir camino.
Una
interminable sucesión de sube y baja que nos dirige hacia La Estación de Jimera,
con un calor agradable y con alguna brisa que nos refrigera la cabeza. Llegamos
a buena hora, es la una de la tarde, y en el pueblo se preparanpara la Fiesta de la Cerveza. Pero es demasiado pronto y ni rastro de cerveza. Eso sí, unos amables paisanos nos convidan a tortilla de patatas, que sabe a gloria. Nuestros cuerpos comienzan a acumular cansancio y exceso de geles y barritas varias. Junto al rio encuentro a mis amigos Sergio e Inma. Descansito y charla, y a continuar, que queda lo más bonito del camino pero también lo más “pestoso”
Y
si antes lo pienso… Antonio comienza a sentirse rarito, y le sobreviene una
gran “pájara”, pero al contario de todos los mortales, se pone como él
dice, en modo “económico”, y sigue
andando y corriendo en las cuestas abajo. Tiene una entereza digna de mención
este Antonio. Le hablo, hago fotos, canto, le marco el ritmo de marcha siempre
mirando de reojo… todo para que no desfallezca. El bajón pasa, y nos
encontramos con la última gran dificultad, una subida terrible que hay junto a
la cueva del gato. Este año la subo sin parar, y Antonio ya esboza su primera
sonrisa desde hace rato… ¡Ya es el de siempre! Bajada y entrada al pueblo y a
meta. No era plan de esprintar, en esta
no, así que entramos de la mano. ¡¡Objetivo cumplido!!
El
tiempo es lo de menos, cerca de 6 horas y media, lo importante es que lo hemos
disfrutado. Ya en meta, reponemos fuerzas con la tradicional cerveza, acompañado de
bocadillo de magreta, tortilla,… sin límite de consumición. La comilona estuvo
amenizada por la actuación de un grupo de música pop de la zona “Mercader De Sueños”,
con su cantante Ángela al frente y un vozarrón que no veas. No nos entretenemos
mucho que toca volver. Saludos de rigor al Cabo Becerra, haciéndonos compromiso
de vernos pronto (si puede ser encima de la bici), y vuelta a casa para
descansar un poco, que por mi parte tengo propósito de participar al día
siguiente en otra carrera junto a mi mujer, Susana Rondón.
Carrera
ciudad de Algeciras… Y aquí nos hayamos, dispuesto a rematar el fin de semana.
La carrera ciudad de Algeciras llega a su VII edición. Es una fiesta del
atletismo. Los más peques tiene sus competiciones en el estadio “Enrique
Talavera”, y los seniors y categorías
“mayores” tenemos otra, no menos interesante. 7 kilómetros desde la playa de
Getares con final apoteósico en las pistas donde los chiquillos hicieron sus
competiciones a lo largo de la mañana. El recorrido no es complicado, pero
tiene su guasa. Para comenzar 1 km cuesta arriba, para seguir con bajada y
llano, el remate de la subida de playa los ladrillos-cementerio y el final
descrito anteriormente. En esta edición participamos Miguel Cabeza, a la postre
el mejor clasificado de Los Lomitos, su hijo Miguel, Manolo Pareja, Javier
Rondón, David Navarrete, David Aller, Emilio Checa, Susana Rondón, (única
Lomita y por tanto la mejor de ellas) y yo mismo, que amanecí con alguna leve
molestia tras la marcha del día anterior. También participaron en las carreras
de menores en categoría cadete las pequeñas lomitas Sofía, Lucía y Marta.
Lucí
la camiseta conmemorativa de la Cueva del gato, que para una vez que se puede
vacilar, pues eso… El resto iban con la flamante elástica lomitera, que a estas
alturas ya está pidiendo un relevo con tanta sudada y tanto kilómetro en lo
alto… Una vez dada la salida salimos rapidillo, unos más que otros. Yo
acompañaba a mi mujer, que no era plan de volverse loco y tirar a riesgo de
romper algún músculo o fibra castigada. Tomarse una carrera así tiene su
encanto, hice fotos a todo el mundo, a público conocido, a amigos que me
adelantaban, y a Susi, que iba a todo lo
que podía, aunque no estaba lo bien de la semana anterior en la carrera de la
Guardia Civil (segunda en su categoría). La entrada al estadio es emocionante,
y esa vuelta y media a la pista de atletismo se disfruta, con el público y compañeros
esperando. Ahora toca descansar y que nuestro masajista Miguel Gallego nos dé
ración de su buena medicina…
Como
complemento a esta extensa entrada, decir que la participación en la siguiente
carrera, la VII carrera popular villa de Los Barrios fue cortita pero merece
aunque sea un pequeño apunte. Nos vemos en la próxima, la 1ª media maratón
ciudad de Algeciras, ¡¡ todo un reto!!
Hasta aquí el relato que nos ha traído al blog Oscar, esperamos recibir algunos más de diferentes autores sobre la PRIMERA MEDIA MARATÓN DE ALGECIRAS
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